lunes, 10 de diciembre de 2012

Trimestral Parte I


Luego de trabajar  en los apuntes de toxicología durante el año, podemos decir que las sustancias adictivas que dañan el cuerpo humano están al alcance de nuestras manos a menudo, y los adolecentes somos muy propensos a consumirlas ya que por curiosidad, o en búsqueda de solución a problemas, podemos llegar a probar dichas sustancias, y con el tiempo convertirse en adictos. Ellas perjudican gravemente nuestra salud, y la debilidad de ésta edad frente al consumo de sustancias adictivas legales o ilegales es amplia. Por eso lo mejor es educar tanto en la familia como en las escuelas de los riesgos que se corren al consumir sustancias, y las secuelas o repercusiones que quedan tras el consumo de las mismas.
Hay adicciones legales, como lo son el tabaco y el alcohol, que generan la mayor cantidad de los problemas sanitarios, y existen sustancias ilegales, como son la marihuana, la cocaína , el hachís y sus derivados, ácidos, etc. Muchos piensan que éstas segundas son las mas peligrosas, pero las primeras también son muy peligrosas pero a largo plazo.
Respecto a las Enfermedades de Transmisión Sexual, podemos percibir que  es mucho mayor el riesgo de contraerlas siendo promiscuo, no usando protección y teniendo relaciones a temprana edad. . Las enfermedades más conocidas son la sífilis, la gonorrea, el herpes genital y el SIDA. Algunas de las enfermedades son curables, pero hay otras que son incurables y por eso es que son temidas por muchos, como es el caso del SIDA, el cual ataca el sistema inmune del ser humano, especialmente a los linfocitos T4, por lo que las defensas disminuyen y cualquier agente extraño ataca directamente al organismo.
Desde la familia se puede educar a los jóvenes para que sepan cómo actuar ante una situación de riesgo, y qué hacer ante algunas situaciones, para evitar un contagio de enfermedades venéreas, ya que éstas son muy comunes en la actualidad y se propagan cada vez con mayor facilidad. En la escuela debería haber una educación sexual que nos informe sobre estos temas, pero desde una edad menor, así desde chicos se nos informan bien los riesgos que corremos al mantener relaciones con extraños, o con personas que hayan mantenido relaciones con extraños.
En conclusión, es mejor educar desde las escuelas y las familias a los jóvenes para que ante cualquier situación que pueda implicar un riesgo, sepan decir NO.

Trimestral parte II


Valores humanos frenan el SIDA
La prevención del SIDA se apoya en objetivos como: disminución del riesgo de contraer infecciones por VIH por vía penetral, información a la población general y educación para la salud y en valores para jóvenes.
En unas sociedades heterogéneas es difícil encontrar  valores en todas las personas. Las autoridades conocen cuales son los valores que se deberían inculcar a los jóvenes, pero no los divulgan.
No son válidas las opiniones que consideren como un valor el “amor libre”, sino que es un contravalor, y los contravalores son los que nos conducen a todos al SIDA.
Educación de la juventud.
“El SIDA y la educación de nuestros hijos” fue un manual realizado por Willian J. Bennett, en 1988, dirigido a los responsables de las escuelas. En él, se proponían cuatro principios para guiar a padres y educadores en su tarea de ayudar a jóvenes. Estos cuatro principios son:
Ayudar a los adolescentes a formarse criterios morales claros: habría que enseñar a los adolescentes la importancia de la autodisciplina y la responsabilidad personal, inculcándoles el sentido de la responsabilidad por los propios actos.

CONCLUSIÓN
Está bien el pensamiento de tener que enseñar a los adolescentes educación en valores, porque esto hace que podamos prevenir las cosas y sepamos cuidarnos, ya que si nos contagiamos SIDA podemos llegar a morirnos, pero si sabemos lo que es y cómo se previene no hay motivos para tenerlo.
Estando informados, podemos cuidarnos nosotros y también a los demás.